Estilo clásico
En el estilo clásico para interiores, se resalta la sofisticación y el gusto por lo antiguo.
La decoración debe ser noble y con objetos y materiales de calidad. Suelen tener llamativos colores imponiendo una fuerza imperial.
Este estilo es originario de Francia y se remonta al siglo XVII, aunque rápidamente llegó a toda Europa. Durante dos siglos su predominio fue indiscutible.
La antigua Grecia y Roma fueron grandes fuentes de inspiración. Si bien el estilo clásico mantiene una estructura muy rígida, fue modificando a lo largo de diferentes países.
El brillo predominó en Francia, mientras que en Inglaterra fue por el lado del rigor.
El clasicismo ruso también fue una tendencia en donde lo clásico se combinaba con otros estilos.
En el estilo clásico encontramos elementos típicos del estilo como cornisas, columnas, chimeneas de mármol y todos los muebles suelen ser rectangulares.
Las estatuas, hojas de roble o laurel y los arcos marcan muchas veces la geometría del ambiente.
En acabados del estilo clásico se utilizan los colores oliva, beige, crema, verde claro y dorado.
También es común usar tonos más potentes para lograr que el interior no quede oscuro.
La iluminación se basa en candelabros, lámparas de piedra transparente, etc. Las arañas de estilo clásico son obras de arte.
Los espacios también se valen de candelabros de bronce y antorchas.
Las pinturas en el estilo clásico suelen reflejar paisajes, reproducciones de importantes obras de arte y retratos.
Las fotos siempre irán dentro de finos marcos de madera.
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